lunes, 29 de mayo de 2017

El Tour de Trump


¡Vaya tela con Trump! Dice el refrán que no se le pueden pedir peras al olmo, ¿y qué peras te puede dar un olmo que afirma que podría disparar en la 5ª Avenida sin perder votos? Este ha hecho de Estados Unidos su cortijo, porque hay gente para todo y, como diría mi difunto padre, este es un cateto “jarto” de papas. En fin, que se ha pasado una semana en Europa enseñando el plumero.

Vamos por partes. En la cumbre de París, aquí mi primo – yo llamo primo y prima a todo el que no es de mi familia y me cae como el culo, como es el caso de este “ser”, que dudo muy mucho que en algún momento de su vida fuera humano, y tampoco es un Señor, porque para eso hay que tener mucha educación y mucha clase, y eso, querido primo, no lo compra el dinero, te jodes como Herodes -.

Voy a ir al grano, porque es la primera vez que escribo un post viajando en coche, y me estoy mareando más que si fuera en La Perla Negra con los Piratas del Caribe.

domingo, 14 de mayo de 2017

La Reina Madre


“Alerta en Reino Unido: a la espera de un comunicado de Isabel II a las 11 a.m.”

¡Qué susto más grande me he llevado esta mañana, Virgen del amor hermoso!

Hoy quiero confesar, - como la Pantoja, pero sin blanquear dinero -, que de mayor quiero ser como la Reina de Inglaterra. Sí, - muy a pesar mío y muy a pesar de ser del sur del sur, vamos, tan del sur, que le puedo pedir azúcar a Mohamed desde mi ventana -, tengo alma inglesa. ¿Por qué?, pues no tengo ni puñetera idea, supongo que será porque los caminos del Señor son inescrutables, o porque, como diría Jeanette, el mundo me ha hecho así.

Pues sí, yo quiero ser como Isabel, - la que reina, la que canta no -, quiero llevar esos sombreros de raso tan regios, con sus flores y sus tules, quiero llevar esos trajes de chaqueta al puro estilo Windsor. Lo de beberme una botella al día de Beefeater me lo tengo que pensar, aunque he de admitir que a ella la conserva de puta madre.

miércoles, 3 de mayo de 2017

La Trama Nipona


¡Muerta en la bañera me he quedado!... bueno, no literalmente, porque sigo viva a pesar de todo y no tengo bañera, que yo soy más de plato de ducha.

El caso es que, sin querer, o sea, haciendo zapping, me he encontrado con Bob Esponja. Que es una esponja, pero de baño, que vive en una piña en el fondo del mar, con un pulpo que se cree calamar. Cuando descubrí que vive en una ciudad llamada Fondo bikini apagué la tele estupefacta. He descubierto de dónde sacó la chica de la CUP la idea de las esponjas marinas. ¡Virgen del amor hermoso! No pienso volver a ver Bob Esponja, al menos, hasta que se me vaya la banda sonora, que se me ha metido en la cabeza y no para de martillearme, “Quien vive en la piña debajo del mar, Bob esponja... su cuerpo amarillo absorbe sin más, Bob esponja... el mejor amigo que puedas tener, Bob esponja... ¡Porras!, se lo han puesto en bandeja a la de la CUP.